domingo, 28 de marzo de 2010

Portaspana

Se asienta sobre un montículo a 610 metros de altitud en la margen izquierda del río Isábena. El acceso desde Graus se realiza mediante la pista forestal que parte desde el puente de Benabarre. A pie es siguiendo las marcas del GR-1, el Sendero Histórico.


Vista de Portaspana desde el camino de Graus. Al fondo a la izquierda, Capella

Perteneció durante años a esa tierra de frontera entre cristianos y musulmanes, como parece conceder su etimología: Puerta de Hispania. Del latín porta y del antropónimo germánico Span, que se aplicaba a los españoles como sinónimo de latín Hispania, porque allí empezaba la España cristiana.

Los nombres de las casas eran L'Abadía, Garanto, Gaspá, Bllan, Oncins y Montanuy. Esta última era la más importante de todas. Una casa de grandes dimensiones y de gran interés. La puerta dovelada que le da acceso tiene la fecha labrada de 1564. En estado de ruina avanzada, su patio y estancias adjuntas de la planta calle se cubren con bóvedas de cañón en piedra, y suelos con cantos de río dibujando figuras geométricas. Tenía amplios salones decorados con pinturas en forma de cenefas y en la planta superior, a la cual se podía acceder por la parte trasera, estaban el horno de pan y la prensa de vino.


Casa Montanuy

Casa Montanuy. Inscripción fechada en la clave de la puerta

Casa Montanuy. Patio de entrada

Casa Montanuy. Prensa de vino

El resto de casas se encuentran en el camino hacia Capella, con multitud de edificios auxiliares.

En ese mismo camino, y a la entrada del núcleo, se localiza un peirón, pilar que señala un inicio o confluencia de caminos y que se decoraba con la imagen de un santo o virgen en una hornacina.


Peirón situado en el camino hacia Capella. Al fondo, Portaspana

La iglesia está dedicada a Santa Margarita. Lo que hacía de sacristía era la antigua edificación románica, conservando su ábside. Sobre él se abrió una linterna para dejar entrar la luz solar al habitáculo. Posteriormente, fue modificada y ampliada en los siglos XVI y XVII. Esa ampliación corresponde al resto del templo, con nave cubierta por bóveda de cañón y ábside recto al exterior y pentagonal en su interior. Pinturas murales decoran la techumbre. La torre está junto a la cabecera y tiene sólo dos alturas, la última para alojar las campanas. Varias piezas de este templo están en el depósito del Museo Diocesano de Lérida. Estas son un altarcito, una corona de latón repujado del siglo XIX, y dos cálices y patenas de plata del XVII.



Exterior e interior del templo de Santa Margarita

En las cercanías está la ermita de San Bartolomé, en el término homónimo. Se trata de una pequeña construcción románica que se convirtió en borda, aunque todavía posee el ábside semicircular.

Ermita de San Bartolomé, convertida en borda y actualmente en desuso

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