En las inmediaciones de la carretera de Graus hacia Panillo (kilómetro 2'5), arranca una pista hacia la derecha que en poco tiempo nos llevará hasta este deshabitado. El nombre de esta agrupación de casas ha ido cambiando a lo largo de su historia. Actualmente, se le conoce como Aldea Mora, a partir de su adquisición por una persona con ese apellido. Este despoblado medieval se denominaba antes como Brualla, cuyo origen etimológico describe una zona de pequeño bosque, del aragonés bruil. Madoz la denominó San Saturnino.
El pequeño pueblo está formado por dos casas y varios edificos auxiliares, que fueron abandonados en la década de los sesenta del siglo XIX. La principal edificación es la iglesia de Santa Bárbara, templo románico del siglo XII actualmente en ruinas. Modesta, está compuesta por una sóla nave y cabecera semicircular. Grandes contrafuertes ayudan a que todavía resistan los muros perimetrales. La espadaña, a los pies, es su elemento más característico.
Junto a ella, un torreón servía de palomar, conservando varias aberturas en su parte superior. Es de mampuesto, no muy alta, de dos plantas y cubierta a dos aguas por lajas.
La principal casa del conjunto posee, sobre su dovelada puerta de ingreso, el escudo de los Mur.
Otras construcciones resaltan en las eras cercanas, como los arnales, así como la prensa de vino adosada al muro de la otra casa.
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